Con la idea de transgredir el concepto tradicional de vivienda, surge esta casa en planta baja, que buscaba explorar la espacialidad de aportan las cubiertas inclinadas al espacio doméstico interior, como una herramienta para procurar unas estancias que se mueven entre los conceptos de acogedor, debido a la tradicional cubierta de tejado y monumental debido a sus grandes alturas interiores.

La vivienda se vuelca principalmente a su excelente orientación Suroeste, donde se maximizan las horas donde se recibe soleamiento en su interior, y se controla mediante el uso de aleros y la introducción de porches, el soleamiento más incisivo que se produce en los periodos estivales. En esta sección de parcela, se vuelcan otros usos públicos y recreativos, que se conectan directamente y relacionan visualmente y mediante pasos.

Para la orientación sureste se desplazan los dormitorios. Dos secundarios se desarrollan en espejo y sitúan junto al baño ‘público’ de la vivienda, y el dormitorio principal desarrollado en suite cuenta con baño completo propio, vestidor individual y un pequeño porche privado.

Elementos como la madera y la piedra conforman un abanico sencillo de materiales que configuran la estética interior, basada en líneas limpias y contemporáneas.
Esta vivienda se encuentra actualmente en construcción.